Hoy celebramos el año 5528 - el año solar. machaq mara -willakuti (aymara) Inti Raymi (quechua). Año nuevo Andino-Amazónico. Despedimos el tiempo viejo para recibir al Tata Inti, el Sol se alinea cada periodo, entre el 21 y 23 de junio, con la constelación de Orión, siendo fundamental pedir por el regreso del Tata Willka (el sol). Es celebración y tiempo de reflexión con la tierra, las comunidades y la sociedad.
La ley 1150 en CABA desde 2004 reconoce al “Año Nuevo de Pueblos Originarios” y desde el 2019 en Provincia de Buenos Aires el DNU N° 672 reconoce este día como el “Año nuevo de los Pueblos Originarios”. La ONU en su Resolución 73/300 reconoce este día como el “Dia Internacional de la celebración del Solsticio”, todos estos avances en materia legislativa por el respeto de las creencias ancestrales de comunidades indígenas y descendientes son fruto de la lucha colectiva que miles de compañerxs vienen llevando desde sus lugares.
La llegada de este nuevo ciclo coincide con la posibilidad de transformar, de recuperar, de entretejer redes. Es un tiempo para transformar lo posible, habitable y vivible. Reivindicar nuestras raíces y formas en ceremonias, hitos, símbolos, festejos o fiestas “patrias”, deben tener nuestros cuerpos, apellidos, lenguas y existencias. Creemos que es momento de reconocer para reparar esa memoria de nuestra historia. Descolonizar la historia para pensar en políticas públicas antirracistas. Entendemos que con ello no bastará, pero será el inicio para ver entre nosotrxs que no somos una sola nación blanca, sino plurinacional.
La ley 1150 en CABA desde 2004 reconoce al “Año Nuevo de Pueblos Originarios” y desde el 2019 en Provincia de Buenos Aires el DNU N° 672 reconoce este día como el “Año nuevo de los Pueblos Originarios”. La ONU en su Resolución 73/300 reconoce este día como el “Dia Internacional de la celebración del Solsticio”, todos estos avances en materia legislativa por el respeto de las creencias ancestrales de comunidades indígenas y descendientes son fruto de la lucha colectiva que miles de compañerxs vienen llevando desde sus lugares.
La llegada de este nuevo ciclo coincide con la posibilidad de transformar, de recuperar, de entretejer redes. Es un tiempo para transformar lo posible, habitable y vivible. Reivindicar nuestras raíces y formas en ceremonias, hitos, símbolos, festejos o fiestas “patrias”, deben tener nuestros cuerpos, apellidos, lenguas y existencias. Creemos que es momento de reconocer para reparar esa memoria de nuestra historia. Descolonizar la historia para pensar en políticas públicas antirracistas. Entendemos que con ello no bastará, pero será el inicio para ver entre nosotrxs que no somos una sola nación blanca, sino plurinacional.
Fuente: Identidad Marrón