El Ministerio de Relaciones Exteriores a cargo de Felipe Solá, redujo aranceles para potenciar la importación de insumos para la fabricación de agrotóxicos en el país, en una maniobra que implica un beneficio para las multinacionales productoras de herbicidas, diseñados para controlar las malezas de cultivos como maíz, soja, caña de azúcar, algodón, yerba mate y tabaco, entre tantos otros. El acuerdo para rebajas lo impulsó Argentina pero rige para los países del Mercosur. La noticia trascendió por haber sido publicado en el Boletín Oficial el 22 de abril, sin embargo no se dio comunicación oficial ni en las cuentas de las redes sociales ni en otro sitio se informó del tema desde el Estado.
Las "rebajas" del gobierno son a los compuestos químicos monoisopropilamina, y sus sales, y dimetilamina, empleados para la fabricación de agrotóxicos:
La monoisopropilamina es uno de los componentes clave de la atrazina, un herbicida selectivo que controla malezas de hoja ancha que fue prohibida en la Unión Europea en 2004 por su persistente contaminación de las aguas subterráneas.Tiene efectos en la salud como desequilibrar el sistema endocrino, ser cancerígeno, provocar bajos niveles de esperma en hombres, causar daños al feto en desarrollo, alergias, alteraciones del sistema nervioso, alterar el sistema inmunológico, entre otras. También se utiliza para fabricar otros herbicidas basados en glifosato, el ingrediente activo de una de los herbicidas más usados en la agricultura actual, Round Up. Por otro lado la dimetilamina se utiliza como fungicida agrícola y su exposición puede afectar los tejidos de las vías respiratorias, ojos y piel.
El uso de agrotóxicos como el glifosato está prohibido en 17 países por sus grave consecuencias para la salud. Cáncer, abortos, malformaciones, alergias, dermatitis, enfermedades respiratorias y digestivas, entre otras patologías, son denunciadas día a día ante los funcionarios, en Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba y otros puntos del país por Organizaciones que luchan contra los agrotóxicos. La Red de Médicos de Pueblos Fumigados precisó que el uso de agrotóxicos pasó de 30 millones de litros (en 1990) a 300 millones anuales en 2011 (200 millones son glifosato). De dos litros del herbicida glifosato por hectárea se incrementó a entre ocho y doce litros.
Fuente y foto: porelpaís.com
