MÉXICO PROHÍBE GRADUALMENTE EL USO DE GLIFOSATO Y MAÍZ TRANSGÉNICO PARA 2024


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El Gobierno mexicano ordenó, a través de un decreto, eliminar gradualmente el uso de agroquímicos y  prohibir la semilla de maíz transgénico en el país. Se estipula que para el 31 de enero de 2024, el último día del mandato de Juan Manuel López Obrador, actual presidente mexicano, quede totalmente prohibido el uso de Glifosato  –producido por la multinacional Monsanto,  que cuenta con numerosas condenas por provocar cáncer, —y de semillas de maíz transgénico con el objetivo de “alcanzar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria” a partir del “uso de prácticas e insumos agroecológicos que resulten seguros para la salud humana”. 

Esta medida es el resultado de largas luchas de las organizaciones campesinas y ambientales nucleadas en la Campaña Sin Maíz No Hay País. La medida apunta a que los organismos públicos apliquen una política de transición hacia “alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas”, que “permitan mantener la producción y resulten seguras para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente”.

Hasta la fecha límite (12/24) los organismos estatales comenzarán aplicar medidas de sustitución gradual en el uso, adquisición, distribución, promoción e importación de agroquímicos. El decreto sostiene que México “debe orientarse a establecer una producción agrícola sostenible y culturalmente adecuada, mediante el uso de prácticas e insumos agroecológicos que resulten seguros para la salud humana, la diversidad biocultural del país y el ambiente, así como congruentes con las tradiciones agrícolas”. 

El decreto reconoce que “en los últimos años, distintas investigaciones científicas han alertado que dicha sustancia química tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como en algunas especies animales, y ha sido identificada como probable carcinogénico en humanos por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer” y resalta que medidas similares se están llevando adelante en otras partes del mundo

La Campaña Sin Maíz no hay País agradeció a todas las organizaciones campesinas y ambientales, consumidores, académicos, investigadores, artistas e intelectuales que apoyaron “la lucha por hacer realidad el decreto” que prohíbe el Glifosato y el maíz transgénico y lo calificaron como “un paso más a la verdadera soberanía alimentaria en México”. “Este decreto contribuye a la protección del maíz nativo, de las comunidades indígenas y campesinas, así como a nuestra riqueza biocultural y nuestro patrimonio gastronómico”, celebraron.