Un proyecto de ley impulsa declarar como Monumento Natural Provincial a los monos aulladores,
también conocidos como monos Negros o Dorados (alouatta carayá), para
protegerlos y tratar de recuperar sus poblaciones frente a la caza
furtiva, los brotes de fiebre amarilla y la deforestación que los llevó a
ser una especie en peligro de extinción en la provincia de Misiones.
Los monos aulladores son parte de la fauna autóctona misionera y según un informe de 2019 "han sufrido
una reducción poblacional del 10% en una generación en los últimos 10 años. Por ese motivo, esta especie es categorizada como vulnerable y ya la Legislatura de Corrientes -otro de los territorios donde habitan estos animales- la declaró Monumento Natural.
Según lo establecido por la Ley de Parques Nacionales, los Monumentos Naturales son "áreas, cosas, o especies vivas de animales o plantas, de gran interés estético, valor histórico o científico, a los cuales se les acuerda protección absoluta".
"El primate no estaba entre nuestras leyes de protección y como especie en peligro de extinción debe
tener todas las protecciones que se le puedan otorgar, porque en
Misiones, al ser el espacio territorial argentino donde existe mayor
diversidad y uno de los mayores del mundo, tratamos de proteger todo lo
que es vegetal como animal" afirmó Rafael Pereyra Pigerl. presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación
del Medio Ambiente de la Cámara
"No hay un número específico de monos en la provincia, pero se calcula que en Misiones hay
un mono por hectárea de bosque en buenas condiciones, lo cual es una
densidad relativamente baja" afirmó la doctora en Ciencias Biológicas Luciana Oklander.
Los monos Carayá pueden vivir hasta 25 años, dependiendo siempre de las condiciones de la zona, y cuando tienen 5 años llegan a la madurez sexual y pueden comenzar a reproducirse. Tienen una cría por vez y por año, por lo que para la recuperación de las poblaciones se requiere de bastante tiempo.